Era doctor pero no se interesaba en los enfermos del pueblo
sino en sus experimentos científicos; se dedicaba a andar
por los bosques junto al sobrino de Medardo buscando fuegos
fatuos, grillos o algún animal válido para sus estudios:
“Su pasión por los
fuegos fatuos nos
empujaba a largas
caminatas nocturnas.”
No obstante, tras la muerte de sus padres, a su abuelo
Aiolfo, le dio pena y lo acogieron en el castillo y fue
educado por la nodriza Sebastiana.
Es muy amigo del Doctor, su único compañero, y Esaú. Le
gusta andar por los bosques buscando fuegos fatuos con el
doctor. Ayuda a Pamela y visita a Sebastiana.
Su registro es estándar.
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